Algún día
Buscamos en el desconcierto
árbol bajo cuya sombra cobijarnos,
del pesar vivido
del dolor recibido
de la inclemencia del tiempo,
que lentamente se deslizan
en la herida de nuestros corazones.
En la inmensidad de la soledad desértica
un manantial de esperanza
surca calladamente nuestra vida,
anegando con aguas claras y cristalinas
el oasis del amor oculto
que frente a nuestros ojos
no veíamos al estar saciados .
Hoy la sed de nuestra alma
nos permite visualizar
aquella diáfana ternura
antes ignorada
ahora inmensamente valorada.
Callada bajo el ruido de tu vida
atenta bajo la ceguera de tu mirada
raudo ante el tropiezo
del paso presuroso de tu hoy golpeada vida
extiende su mano ,
acoje el adolorido corazón herido,
enjuga el rocío del llanto triste
que emana de la profunda herida
causada por amor ajeno.
Sin tiempos ni condiciones
espera pacientemente
que te recuperes
de la batalla emprendida.
No se apresura
no enarbola banderas de presencia
solo acompaña paso a paso tu pesar
esperando que reacciones
del coma de la tristeza,
que abras los ojos, y veas
la ternura y el amor que entrega
la persona que a tu lado espera.
HCC/algún día fue escrito
Buscamos en el desconcierto
árbol bajo cuya sombra cobijarnos,
del pesar vivido
del dolor recibido
de la inclemencia del tiempo,
que lentamente se deslizan
en la herida de nuestros corazones.
En la inmensidad de la soledad desértica
un manantial de esperanza
surca calladamente nuestra vida,
anegando con aguas claras y cristalinas
el oasis del amor oculto
que frente a nuestros ojos
no veíamos al estar saciados .
Hoy la sed de nuestra alma
nos permite visualizar
aquella diáfana ternura
antes ignorada
ahora inmensamente valorada.
Callada bajo el ruido de tu vida
atenta bajo la ceguera de tu mirada
raudo ante el tropiezo
del paso presuroso de tu hoy golpeada vida
extiende su mano ,
acoje el adolorido corazón herido,
enjuga el rocío del llanto triste
que emana de la profunda herida
causada por amor ajeno.
Sin tiempos ni condiciones
espera pacientemente
que te recuperes
de la batalla emprendida.
No se apresura
no enarbola banderas de presencia
solo acompaña paso a paso tu pesar
esperando que reacciones
del coma de la tristeza,
que abras los ojos, y veas
la ternura y el amor que entrega
la persona que a tu lado espera.
HCC/algún día fue escrito