Se enamoró…
simplemente se enamoró
…de aquella
mirada
No de sus
bellos y cristalinos ojos,
Enamorarse de
una mirada ¿
jamás lo habría pensado..
Podría enamorarse
de la persona
De su espíritu
De su forma
de ser
Pero enamorarse
de una mirada..?
Tendría que
saber por qué..
Decidió observar…
Y vió…!
Vió en esa
mirada profunda y sincera
Real y
fantasiosa
La transparencia
de la virtud…
Era la mirada
más sincera y cautivadora
Como ninguna
otra
Como ninguna
otra….
Ahora tenía
que saber quién era aquella persona
Propietaria indiscutible
de la mirada
más encantadora, profunda y sincera.
Decidió encontrarla,
Pero cómo?
Era solo una
mirada impresa en un recortado diario
Húmedo y
envejecido por el tiempo
Que permanecía inquieto
Sobre aquella
banca de un solitario parque invernal.
Con cuidado,
como no
queriendo distraer la atención de aquella mirada
cogió entre sus
aún indecisas manos
el pequeño
recorte gris
donde
aquella mirada brillaba con luz propia
resaltando su
presencia.
Con su
preciado tesoro, recorrió el camino de regreso a casa.
Ya en la
cobertura de su refugio doméstico
Sintió que
aquella mirada estaría a salvo,
Que ya nadie
podría indagar en su secreto,
Que era su
potestad cuidarla.
Aquella
noche durmió…
Se sentía protegido
y protector
Entonces
comprendió...
Era la
mirada perdida
Que con
tanto afán
Espero encontrar
algún día.
Descansó…
Ahora tenía
que encontrar
Quien poseía
esa mirada..
Necesitaba
agradecerle
Necesitaba decirlo.
Se enamoró
de una mirada..!
HCC/Mayo 2018