hernan1951
El Aprendiz
Aprendí a conocer
En las palabras sin miradaEn los susurros sin voz
En los besos sin ternura
En las caricias sin verdad
En las noches sin luna
En las tardes sin sol
En los pasos sin ruta
En el andar sin rumbo.
Aprendí a conocer
Todo aquello
De la soledad
Que acoge la tristeza
Del llanto mudo
De las lágrimas áridas
De la sonrisa forzada.
Aprendí a
conocer
En el transcurso
del tiempo
HCC/Enero 2016
La alegría del amor ausente
Por qué los recuerdos del amor ausente
Deben sumirnos en la tristeza?Por que no recordar los gratos momentos compartidos?
Por que no recordar esas sonrisa cautivadoraQue alegraba nuestros días!
Por que no recordar aquella piel que nos cubría
En las noches de ensueño
Donde nos entregábamos sin límites
Y susurrábamos nuestros sentimientos,
Acompañando las palabras con apasionados
Y suaves besos húmedos de amor.
Por que los recuerdos del amor ausente
Deben sumirnos en la tristeza?Por que no recordar aquellas caminatas largas
de entrelazadas manosUnidas sin tiempo alguno,
Recordarlas como aquél tiempo
Donde la distancia no tenía limites
Y las horas no se tomaban en cuenta.
Miradas cómplices, travesuras infantiles,
Risas alborotadas, pies descalzos en la arena.
Por que los recuerdos del amor ausente
Deben sumirnos en la tristeza?Por que no recordar aquellas palabras
Que en momentos de tristezaAlentaron nuestros corazones?
Por que no recordar las caricias escondidas
Compartidas en aquél lugar secreto
Mudo testigo de nuestra pasión sincera.
Por que no recordar todo ello
Con la alegría del corazón?
Y dejar a un lado la tristeza del momento.
Recordar que fue un manantial
Que sació nuestra sed
Una lámpara
Que alumbró nuestra oscuridad
Una compañía
Que cubrió nuestra soledad
Una caricia
Que descubrió nuestro ser.
Por qué los recuerdos del amor ausente
Deben sumirnos en la tristeza?La tristeza de su ausencia
No debe opacar la alegría de su existencia.
HCC/Enero/2016
Temor y esperanza
Las palabras que callan
cuando el corazón lo impidese expresan en sentimientos mudos
temerosos en expresarse
y valientes en soportarlos.
Las miradas hablan,
las sonrisas murmuran,los silencios gritan
las ansias impedidas
de llegar a su destino.
No se puede negar
la existencia de la marea incansabledel sentimiento innegable.
Hay miedo de embarcarse
rumbo al destino
que conoce desde dentro
y al que teme desde fuera.
Valiente corazón
Soporta los embates
Del viento huracanado
Del amor indomable.
HCC/Enero 2016
Sentada en la orilla
Sentada en la orilla con la mirada en el horizonte, la fresca brisa
marina traía los bellos recuerdos
de aquella época inolvidable.
El amor llegó temprano a su corazón, a lo lejos lo veía compartir risas,
tiempos,
había una distancia que los separaba no era física, era generacional.
Ignoraba él, las fantasiosas noches
vividas a su lado en el lecho de su aposento,
por el momento, solo eso tenía.
Pero aquella mañana de verano, tomó la decisión, no resistía más verlo
compartir esa sonrisa
que consideraba suya.
Se dirigió con andar seguro al grupo ajeno a ella,
Hola..! le dijo
todos miraron extrañados primero a ella,
luego al saludado,
que hacía ella ahí..?
Hola..! respondió sorprendido.
Luego…..silencio..
no se necesitaban palabras, ya estaba todo dicho en aquella mirada.
Se separaron del grupo, caminaron en silencio por la arena fresca y húmeda.
Entramos..? preguntó..?..vamos..fue la respuesta.
El mar extendió sus olas abrazando a los visitantes,
cabellos mojados, risas compartidas,
nadaron,
nadaron..? no..!
se deslizaron mas bien sobre las aguas frias rumbo a la pequeña isla
frente a la playa de siempre.
Sirvió aquella travesía para romper el silencio entre ellos.
Hola..le dijo nuevamente..
hola…respondió él….
Se acercaron, se tomaron de la mano, empinándose
depósito el primer beso de su vida en los labios del dueño de sus sueños.
Corrió entre avergonzada y feliz por su osadía,
él,…. fue detrás de ella, alcanzándola le entregó un puñado de arena,
….mientras exista arena en esta playa recordaré este momento le dijo
besándola tiernamente.
De regreso, las miradas amigas no dijeron nada, comprendieron…!
HCC/Marzo 2015